Desde que se fundó la MLB en 1876 han pasado cientos de jugadores extremadamente talentosos que han dejado una huella en los libros de historia de la Major League Baseball. Algunos han destacado por un gran rendimiento a la ofensiva, otros corriendo las almohadillas y otros defendiendo; sin embargo, son pocos los que han sido capaces de dominar estas tres facetas del juego a la perfección y, a su vez, sobresalir entre los más determinantes del deporte en cada uno de esos ámbitos.
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Dos de esas escasas superestrellas que presumieron de haber controlado esas tres características del juego durante su tiempo de actividad son Ken Griffey Jr. y Barry Bonds, par de nombres que, al día de hoy, siguen siendo considerados de los mejores peloteros que han pisado un terreno de beisbol.
Griffey Jr. jugó un total de 22 temporadas en la Gran Carpa y fue el jugador franquicia de los Marineros de Seattle durante 11 de ellas. En su trayectoria sumó 13 participaciones al Juego de Estrellas, siete Bates de Plata, 10 Guantes de Oro, un MVP de la Liga Americana y tres títulos del Home Run Derby. De igual manera, fue exaltado al Salón de la Fama en 2016.
En los 9801 turnos al bate que consumió, conectó 2781 imparables, 630 jonrones y 1192 extrabases, además de remolcar 1836 carreras, anotar 1662 y robar 184 bases para una línea ofensiva de .284/.370/.538. Asimismo, acumuló un wRC+ vitalicio de 131 y 77.7 de WAR.
Por otro lado, Barry Bonds es considerado el mejor pelotero que ha hecho vida en los Gigantes de San Francisco y, para muchos, el beisbolista más completo de todos los tiempos. Su exaltación al Salón de la Fama fue rechazada por el uso de esteroides durante una parte de su carrera, sin embargo, ese desliz no mancha lo extraordinario de sus logros y numeritos individuales.
Alcanzó un WAR de 164.4 y un wRC+ de 173 en 22 zafras disputadas. De igual manera, consumió 9847 turnos para registrar 2935 indiscutibles, 762 cuadrangulares, 1996 traídas al plato, 2227 anotadas y 514 bases robadas para un promedio de bateo de .298, .444 de OBP y 1.051 de OPS.
En su palmarés figuran siete premios MVP de la Liga Nacional, 12 Bates de Plata, ocho Guantes de Oro, tres premios Hank Aaron y 14 nominaciones al Juego de Estrellas.