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Con una carrera que se remonta a los años 70, Liliana Mendiola Mayanes, mejor conocida como Lyn May, ha logrado ser una de las mejores vedette del mundo. Su imponente figura y talento la llevaron a hacerse un puesto en el mundo del entretenimiento.
Sus inicios están marcados por el cabaret y la vida nocturna, siendo eso lo que la ayudó a codearse con gente importante que rápidamente le abrió paso en la industria y ya en 1974 había aparecido en su primera película llamada "Tívoli", la cual le abrió las puertas en el cine.
Sin embargo, ahora a sus 71 años, la mexicana ha perdido la magia. Aunque sigue siendo una vedette y actriz muy famosa, las cirugías la llevaron a perder la naturalidad de su rostro. Ansiosa por verse más joven y destacar algunos de sus rasgos, Mendiola empeoró su aspecto e hizo que su cara luzca irreconocible.
"Vamos a jugar un juego"
Constantemente, la vedette es criticada en redes sociales por su apariencia física, e incluso ha sido comparada con Jigsaw de "El juego del miedo". No obstante, esto no parece ser un problema para ella, pues ha continuado con sus tratamientos estéticos que incluyen inyección de botox.
Un reciente video, generó nuevamente las burlas hacia la azteca. En la reciente celebración de los VIP Awards, Lyn fue abordada por un periodista que le hizo un par de preguntas, entre ellas, si fue invitada a los Latin AMAs 2024. Aunque no dijo ni sí ni no, indicó que está concentrada en la grabación de las 3 películas que está preparando.
Como era de esperarse, su rostro provocó malos comentarios en su contra. "Y dónde dejó el triciclo", "Se parece a muñeca de diamante", "Vamos a jugar un juego", "Va a hacer películas de terror 2024", "Pobrecita su rostro", "SAW parte 1, 2 y 3", son parte de las opiniones de los internautas.
Vale recordar que, May fue víctima de un mal procedimiento estético. Cuando era muy joven y trabajaba en Acapulco, una señora la convenció de colocarse un producto que la dejaría "bellísima". Pero, los resultados no fueron los esperados y aún sufre las consecuencias de aquel fatídico hecho cuando le inyectaron aceite de cocina en lugar de colágeno.