En un nuevo capítulo de la guerra entre Ucrania y Rusia, la ciudad portuaria de Odesa, en Ucrania, ha sido blanco de ataques devastadores por parte del Kremlin. Estos ataques han dejado una marca indeleble en la ciudad y han afectado profundamente a sus civiles.
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Con este sorpresivo ataque, es la primera vez que Rusia atenta contra una ciudad ucraniana lejos del frente y lo ha hecho utilizando misiles balísticos y bombas de racimo. El paseo marítimo de Odesa fue impactado por un misil balístico Iskander cargado con esta munición multiexplosiva.
Trágicamente, cinco personas perdieron la vida y más de 30 resultaron heridas tras el ataque. La ciudad, que ha sufrido dos días consecutivos de bombardeos, ahora enfrenta el impacto de un armamento vetado por su letalidad en más de 100 países.
Lo que más ha llamado la atención de este ataque han sido las imágenes del castillo de Odesa en llamas, que se han convertido en un símbolo de la devastación causada por los misiles y las bombas. El edificio de la Academia de Derecho de Odesa también fue alcanzado por los rusos.
El ejército invasor no se detuvo con un solo ataque. En la noche del martes, fueron lanzados otros tres misiles Iskander sobre la capital ucraniana del mar Negro, que terminaron en la muerte de tres personas adicionales.
Odesa, conocida por su belleza y rica historia, ahora enfrenta una realidad dolorosa. Sus calles, playas y edificios históricos han sido testigos de la violencia de la guerra, y sus habitantes luchan por sobrevivir en medio del conflicto.