Cheng "Charlie" Saephan, el afortunado ganador del premio mayor de Powerball de $1.300 millones, se ha encontrado con una realidad inesperada: solo recibirá $211 millones del monto total que debía recibir.
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Saephan, quien reside en Portland, Oregon, decidió cobrar el premio en un solo pago en lugar de la opción de pagos anualizados, una decisión que, si bien le otorga el dinero de inmediato, también implica un pago de impuestos considerable.
Millones de dólares en impuestos
Oregon, el estado donde se compró el boleto ganador, tiene un impuesto sobre la renta del 8%, lo que significa que Saephan ya ha perdido más de $100 millones solo por impuestos estatales. A esto se deben sumar los impuestos federales, que ascienden a un 24%, lo que representa una reducción adicional de varios cientos de millones.
En total, entre impuestos estatales y federales, Saephan se desprenderá de casi $880 millones de dólares, quedándole un premio neto de poco más de $422 millones. Sin embargo, esta cifra aún no es definitiva, ya que Saephan ha declarado que planea compartir el premio con una amiga, quien también participó en la compra del boleto ganador.
De acuerdo con los planes iniciales, Saephan y su esposa recibirían la mitad del premio restante, es decir, $211 millones cada uno, mientras que Chao obtendría la otra mitad.
Es importante destacar que, si Saephan hubiera optado por la opción de pagos anualizados, habría recibido el premio total a lo largo de 29 años, con un interés garantizado que habría aumentado considerablemente el valor del premio final. Sin embargo, esta opción implicaba que tendría que esperar décadas para poder recibir el monto completo del premio.
La decisión de Saephan de recibir un pago único refleja la complejidad que enfrentan los ganadores de grandes premios de lotería, quienes deben navegar por un laberinto de impuestos, opciones de pago y decisiones financieras que pueden tener un impacto significativo en el valor final que reciben.